La temporada de regalos en el Senado ya inició, y aunque la ley impide a los servidores públicos aceptar regalos, por los pasillos del senado se observan carritos con presentes.
Libros, galletas, vinos, chocolates y trufas se reparten entre los senadores de todos los partidos y eso que tienen prohibido por la ley recibir regalos. Este martes 18 de diciembre, en una visita al Senado se pudo observar que la entrega se hace tanto en los pasillos, salas de recepción de invitados y hasta el interior de Salón de Sesiones.
Y sí, se cuidan, obvio; la mayoría de los senadores rechaza recibir los regalos en público, pero si esto sucede, entonces se reparten las oficinas de los propios legisladores.
¿Qué dice la ley?
Todo servidor público tiene prohibido recibir regalos. Y esto lo dice claramente la ley. Y los senadores lo saben porque en todas las oficinas tienen pegada una copia de dicha prohibición.
Con el inicio de la observancia de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, como parte de la puesta en marcha del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), las personas servidoras públicas deberán abstenerse de exigir, aceptar u obtener cualquier tipo de regalo, obsequio o dádiva indebido con motivo de sus funciones.
Además, en el mismo texto se destaca que antes podían recibir regalos de hasta cierto valor, pero ahora ya no se permite.
Con la ley anterior, era factible que un servidor público recibiera obsequios, siempre que éstos no excedieran el valor de diez veces el salario mínimo vigente… A partir de este miércoles, la prohibición se vuelve absoluta por lo que ningún servidor público, por sí o a través de terceros, podrá recibir obsequios de ningún tipo o monto con motivo de su cargo.
¿Si lo recibe su asistente, qué pasa?
Aunque los regalos los entregaran en las oficinas, la prohibición incluye que ni sus familiares o colaboradores los pueden aceptar.
La misma prohibición aplica para el cónyuge, parientes consanguíneos o terceros con los que la persona servidora pública tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que la o el servidor público o las personas mencionadas forman parte.
¿Qué se regala?
No son los regalos suntuosos que antes se daban en el gobierno, esas míticas canastas con botellas de vinos y licores importados y latería de primera; ahora se reparten libros, cajas de galletas, trufas y vinos espumosos.
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